jueves, 10 de marzo de 2011

Sin viceversa

Sé que debería escribir más para llorar menos
y no, no me gustan los viceversa
porque la cara nunca será como el culo
por muy capullo que me parezca el tipo aquel,
que no es lo mismo versar un ojo que el otro
sin parecer escatológica,
ni decir que me follaría a todos los hombres de la tierra
sin parecer puta o ninfómana
o parecer homófoba si digo que antes muerta que desnuda de nuevo sobre tu cuerpo.

Que todo es relativo menos la distancia que separe mis pies del asfalto
que no miento cuando te digo que mañana tal vez…
que puede ser que algún día…
que a lo mejor es posible…
porque mientras me creas no me crecerá la nariz
y yo seguiré inventando mientras imagino que a ti te crece algo entre las piernas
y tú te seguirás riendo mientras la acaricias
aunque a veces mis susurros se te apalanquen en la punta de la lengua
y cada vez que intentas lamer otros coños mis palabras se te meten por la nariz,
me hueles, pero no me ves
me oyes, pero ya no seré yo la de ese cuerpo bajo tus manos.

domingo, 9 de enero de 2011

Débitos

No creas que me he olvidado,
no,
me sigues debiendo un Madrid de poetas,
el Prado entre lienzos y alguna que otra escapada a la Libertad.

Todavía sigues anotado en mi lista de tareas pendientes
porque me debes más cosas de las que tal vez recuerdes,
sé de un orgasmo entre labio y labio
allí donde se enfilan las hormigas de tres en tres
y desfilan hacia más abajo del obligo,
un poema entre mis costillas
y otro donde mi dedo señale
mientras sigues de rodillas buscando la magia de mi olor.

Aunque,
ahora que sabes que no soy tuya
y no logras recordar si algún día lo fui,
es posible que quieras… es posible que…
eches de menos mi respiración sobre tu cama,
mi pie junto a tu pierna
mi mano sobre tu polla.

Puede ser que este descaro solo sea mera poesía
o que sea una verdad entre versos,
lo que sé es que te debo un prólogo
pero cuando me entra hambre no puedo pensar bien.

viernes, 29 de octubre de 2010

Cosas que pasan

Me llamo  Lucía, tengo treinta años y hoy me han echado veintiuno.
¿Que cómo me siento?
Muy bien, pero cansada... veintiun polvos a los treinta agotan.

jueves, 5 de agosto de 2010

Beber con una punzada de hilo en la boca
es casi tan difícil como follar con las medias puestas,
echo de menos tus manos hechas de agujeros.

Diecisiete abanicos
ni uno más ni uno menos
apoyados en la puerta, esperando que te de un aire
y vuelvas a revolver lo que indica la redundancia del verso,
no existen paraguas transparentes para los ciegos
ni genialidades para los inútiles,
se han extinguido las razones para esperarte
los porqués para mis preguntas,
y así sin respuestas me bajo yo solita las medias
a falta de dedos expertos y lenguas afiladas.

martes, 3 de agosto de 2010

Te reclama la que escribe tu nombre entre letras desordenadas
la que te apoya el papel sobre la espalda
y narra imposibles con saliva,
soy la que inventa a la puta para que tú te la folles
la que describe una cama llena de fuego
para que ardas en ella,
la que te olvida poco a poco y te recuerda de pronto
entre orgasmo y orgasmo.
Palabras vacías para que las llenes de ti,
espacios húmedos para que nades en ellos.