Me llamo Lucía, tengo treinta años y hoy me han echado veintiuno.
¿Que cómo me siento?
Muy bien, pero cansada... veintiun polvos a los treinta agotan.
viernes, 29 de octubre de 2010
jueves, 5 de agosto de 2010
Beber con una punzada de hilo en la boca
es casi tan difícil como follar con las medias puestas,
echo de menos tus manos hechas de agujeros.
Diecisiete abanicos
ni uno más ni uno menos
apoyados en la puerta, esperando que te de un aire
y vuelvas a revolver lo que indica la redundancia del verso,
no existen paraguas transparentes para los ciegos
ni genialidades para los inútiles,
se han extinguido las razones para esperarte
los porqués para mis preguntas,
y así sin respuestas me bajo yo solita las medias
a falta de dedos expertos y lenguas afiladas.
es casi tan difícil como follar con las medias puestas,
echo de menos tus manos hechas de agujeros.
Diecisiete abanicos
ni uno más ni uno menos
apoyados en la puerta, esperando que te de un aire
y vuelvas a revolver lo que indica la redundancia del verso,
no existen paraguas transparentes para los ciegos
ni genialidades para los inútiles,
se han extinguido las razones para esperarte
los porqués para mis preguntas,
y así sin respuestas me bajo yo solita las medias
a falta de dedos expertos y lenguas afiladas.
martes, 3 de agosto de 2010
Te reclama la que escribe tu nombre entre letras desordenadas
la que te apoya el papel sobre la espalda
y narra imposibles con saliva,
soy la que inventa a la puta para que tú te la folles
la que describe una cama llena de fuego
para que ardas en ella,
la que te olvida poco a poco y te recuerda de pronto
entre orgasmo y orgasmo.
Palabras vacías para que las llenes de ti,
espacios húmedos para que nades en ellos.
espacios húmedos para que nades en ellos.
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